El hombre idiota

El hombre idiota es aquel que pega a una mujer. No recuerda que su madre es también una fémina. O su hermana. O sus abuelas. Sus hijas.

Es estúpido aquél que se justifica con violencia. No hay amor, pues cada uno por su camino. Con un adiós es suficiente. Las palabras siempre han sido buenas, y siempre lo serán.

¿Por qué, hombre imbécil, descargas tu ira sobre tu compañera? ¿Qué culpa tiene de tus temores, de tus desastres, de tus derrotas, de tus insatisfacciones? Al contrario, si hay amor ella intentará ayudarte de la mejor de las formas. Y tú, masa encefálica pésimamente dotada de algo llamado corazón, eres capaz de beber dos quintos más para llegar a casa ciego y dejar caer sin vacilación alguna tu mano sobre la cara que tantas lunas ha compartido contigo.

¡Qué injusta que es la vida cuando te caen treinta años y medio de condena por matar a tu mujer! ¡Y qué justa es la justicia cuando te reducen tal castigo a sólo un par de meses con vigilancia durante un par de semanas!

Nunca te has puesto en la piel de ella. ¿Para qué? Eso sería pensar, y de eso se trata. De no hacerlo, de achacar una locura temporal para quitártela del medio. Desgraciado. Párate a pensar un segundo. ¿Amarías a alguien que te golpea? No lo creo. ¿Entonces? ¿Qué haces? ¡Lo más vil que se puede hacer! Maltratar a una persona, para más INRI que te ama.

Dicen que violas, matas a las mujeres porque de pequeño te pegaban. El que es un hijo de puta, lo es habiéndole pegado dos tortas como ninguna.

Hombre idiota que pegas a las mujeres. Mira a tu alrededor. Dudo que todas estas caras que te miran estén a tu favor. Desgraciado