dissabte, 18 de juliol del 2009

Visita a una mina y reflexión

En la anterior entrada mencioné que el movimiento obrero a principios del siglo XX comenzaba a tener una fuerza considerable, teniendo en cuenta las Dos Internacionales y la creación, al menos en territorio español, de la CNT. La revolución rusa de 1905 y la de 1917 también ayudaron a crear un ambiente de lucha social, si bien el anarquismo había arraigado bastante más en la sociedad. Los Felices años 20 tan sólo era un pequeño reflejo de la sociedad... americana, por supuesto. Los ricos norteamericanos de la época influyeron en los burgueses europeos en cuanto a sus nuevas formas de ocio. Pero no me vengo a referir a eso en esta entrada.



Ahora son parte de un museo, pero lo estremecedor es que un día, atrás en el tiempo, eso fue verdad. ¿Quién quiere trabajar de 12 a 16 horas en un lúgubre lugar, sin apenas iluminación, mucho polvo y apenas seguridad, ganando una miseria, trabajando todos los días de la semana? ¿Dónde estaba la ética de los empresarios? En ninguna parte. No hace mucho, querían implantar las 65 horas semanales. Eso, haciendo cálculos, son 12-13 horas de trabajo. Hace relativamente poco que se consiguieron las 8 horas de trabajo, ¿para qué quieren volver atrás? Está demostrado que una persona rinde más hasta ciertas horas. Por cada fracción de tiempo añadido, esta persona tiende a disminuir su capacidad productora. ¿O no?

Lo que quiero expresar en este post es que cualquier tiempo pasado no tiene por qué ser mejor, en especial para las clases populares, que las vieron y desearon para volver a ver nacer un día.

divendres, 17 de juliol del 2009

Descubriendo Barcelona















Sin duda, hoy mi amigo Virgo, a quién admiro mucho, me ha enseñado esa parte de Barcelona que no conocía. Els encants y su periferia se mostraba con la elegancia de un barrio obrero que siempre tuvo.

De hecho, las calles por las que he caminado esta tarde eran en un pasado meras casas de pueblo, pequeñas masías cercanas a Barcelona, que con el paso del tiempo, al agrandarse la Ciudad Condal, fueron absorbidas por ésta y dichas edificaciones acabaron por convertirse en edificios de una altura considerable.

Con cierto toque melancólico, la verdad es que al escuchar las buenas explicaciones de este amigo Virgo mi alma pareció hundirse en la época modernista de Barcelona. Toda la periferia de Els Encants estaba cubierta por esa áurea de finales del siglo XIX-principios del siglo XX. Y por toques burgueses, puesto que el modernismo estaba destinado a esa clase social que se permitía pagarse semejantes obras de arte en las fachadas de sus casas. De un movimiento obrero incipiente también. En 1911 se creó la Confederación Nacional del Trabajo (es, en efecto, la CNT), agrupando a muchos obreros al Sindicato.

Eran tiempos muy difíciles para la prole, por las duras condiciones laborales (de 14 a 16 horas de trabajo en una fábrica, en condiciones precarias). El popurrí de ideas que merodeaban por Barcelona hicieron que más de una vez la ciudad durmiese entre las llamas y la desesperación de famílias que veía cómo después de luchar tanto, no conseguían apenas nada. Pero poco a poco, y lentamente, fueron acercándose a su sueño. Aunque la burguesía continuaba oprimiéndoles con el trabajo y anulándoles el derecho a opinar y votar con los caciques (los señoritos).

Aún a pesar de arder en llamas, de ser bombardeada en ilimitadas ocasiones, de aguantar la humillación de ser sometida un par de siglos atrás por los Borbones, de ser regada con sangre obrera y prácticamente sin ninguna gota burguesa, Barcelona continúa siendo una bella rosa del Mediterráneo. Es un ejemplo de lucha, tanto ideológica como física, por la libertad de todos los sometidos, por la resistencia ante la opresión. Algunos sueñan con la independencia, otros con la implantación del comunismo. Hay quien quiere que vuelva la República, y quién, además, la desea Federal. Los anarquistas también desean que el futuro de Barcelona sea suyo.

La Rosa de Fuego mantiene viva una buena imagen de sí misma.

dimarts, 7 de juliol del 2009

No es más que otra historia absurda

Justamente estaba observando el horizonte urbano (sinuosas edificaciones bajo un cielo moldeable por las condiciones meteorológicas que tapan la línea imaginaria donde el cielo y la tierra o el mar se abrazan durante todo el día) cuando decidí ir a comprar ideas originales.


"No hay ideas frescas esta mañana" me contestó Imaginación, negando con la cabeza que tuviese el material que buscaba. Me encogí de hombros, metí las manos en los bolsillos y me arrastré fuera de la tienda, abatido. La calle estaba sucia: hojas de periódico volando a sus anchas junto a polvo y otras sustancias indeterminadas, vapor que surgía de las alcantarillas, charcos llenos de agua negra, una neblina extraña que olía a chocolate...

Un coche se detuvo en seco frente a mí. Era de los Felices años 20. El copiloto bajó la ventanilla. Era Autoestima, uno de mis tantos jefes en esta deplorable ciudad. Con mirada agresiva, me dijo "Eres un idiota, el peor de todos". Acto seguido me lanzó una bola de papel. Y marchó raudo y veloz.

Crucé la calle, esquivando los coches como pude. Aquí no hay semáforos. Y me topé con don Amor. Iba vestido elegantemente, perfumado con la mejor fragancia de todas. Me puse a su lado y caminé a su ritmo.

- Buenos días, don Amor- no me dirigió la mirada. Tan sólo se limitó a farfullar unas tímidas palabras groseras-. Necesitaría... necesitaría hablar un momento con usted, si tiene tiempo.

Se detuvo en seco. Aun a pesar de que llevaba puestas unas gafas rosas (muy horteras, por cierto), pude distinguir una mirada de desprecio. Chasqueó los labios y se quedó en silencio unos segundos, elaborando una respuesta para mí.

- Ve a ver a don Amor No Correspondido una vez más. Tu presencia es desagradable, y según el último informe que he recibido de ti da muchísimo que desear. No vuelvas a dirigirte a mí hasta que no cambies.

- ¡Hago todo lo que está en mi mano!

Ahí acabó la conversación. Giró la cara y caminó con estilo calle abajo. Suspiré de resignación. Creo que nunca seré apto, nunca seré bueno ante sus ojos.

Al llegar a una esquina, me topé con la señora Angustia. Se la veía tan estropeada... siempre me daba lástima verla, tan preocupada siempre por historias de su pasado, presente y futuro. Me detuvo y mantuve una triste conversación con ella. Me hizo reflexionar sobre mi estado actual. Creo que nunca he estado tan mal como en estos momentos.

Vi una tienda de ropa. Decidí entrar porque me acordé de la conversación con don Amor. Quizá un primer paso para comenzar a cambiar fuese la ropa. Encontré un conjunto bastante bonito a mi parecer, todo blanco, con una corbata roja. Sonreí. Ilusión me quitó la pelusilla del hombro de la americana y me dijo que estaba así muy guapo. Pero su gemela Desilusión añadió la frase de "aunque la mona se vista de seda, mona se queda". Fue un duro golpe para mí, pero al final acabé comprándome el traje. Esperanza me convenció.

Me encontré al negativo de Pesimismo. Me estuvo acompañando un buen rato en mi travesía a no sé dónde. Es un plasta de sentimiento, pero no tengo más remedio que aguantarle cuando quiere darme la brasa. Optimismo no apareció, cosa que habría agradecido.

Al final, entré en la galería de la señorita Memoria. Hacía una fiesta, todos los sentimientos estaban invitados. Cuando observaba algún cuadro o escultura, siempre me hablaba uno de ellos. Me detuve en seco en una pintura de una chica. Nostalgia, Tristeza, Alegría, Valor, Veneración, Confusión, Afecto, Cariño, Angustia, Rechazo, Vergüenza, Pesimismo, Optimismo, hasta el antipático de don Amor, se reunieron conmigo. Y cada uno me daba su punto de vista. Y es cuando Confusión me abrazó.




Espero que os haya gustado la actualización. La he intentado hacer lo mejor posible.