- El abusón, que no deja intervenir al interlocutor para nada. Puede estar horas y horas vomitando su monólogo, en la gran mayoría de casos de escasa o nula importancia, sin que el otro pueda decir más que sí, no, o cualquier otro monosilábico.
- El tímido o vago, que está sin estar. Apenas habla, no es capaz ni de montar una frase por escasez de fuerzas o bien por carisma. Uno acaba preguntándose si al final están escuchándote o bien están oyéndote.
- La persona normal, que básicamente es un intermedio de las dos anteriores. El justo medio, tan apreciado por cualquier sociedad.
yo estoy en el segundo grupo. apenas hablo... y no me esuchan, asi que... para que hablar?
ResponElimina