dissabte, 30 de gener del 2010

Entorno urbano

Las modas vienen y se van. Se crean grupos alrededor de ellas. Algunas se enfrentan a otras porque los gustos son antagónicos. O los "ideales".

Sumergirse en una urbe es sinónimo de esperar encontrarse de todo un poco. Pienso que la variedad es importante, y más en el contexto actual, donde la globalización juega un papel importantísimo en la sociedad.

Muchos estilos conviven día a día en las calles de los grandes centros. Algunos son antagónicos por completo, otros no tanto, incluso hay que se parecen. Todo esto es un conglomerado de indumentarias e ideas basadas en conceptos muy variados.

Personalmente, pienso que tal variedad es buena, puesto que aumenta la variedad cultural. Lo que me preocupa es que a veces no se respeta la máxima: 'Respeta y serás respetado'.

Bueno. Os dejo con el siguiente vídeo, echo por mí. Espero que os guste:

diumenge, 24 de gener del 2010

Confusión

Respuesta literaria a:
Mi Código de Honor: Estar confuso, sentir confusión


Siempre le habían dicho qué estaba bien y qué no. Siempre le habían impuesto qué pensar y qué no pensar. Ahora no sabía qué hacer. Había visto, desde la orilla, la batalla entre dos galeones, uno de la armada y otro de una tripulación pirata, el cual se hundió al finalizar la lucha. De toda la tripulación de los ladrones, sólo se había salvado uno. Y estaba desmayado en la arena, tumbado hacia arriba.

"Los piratas son crueles ladrones del mar, ten cuidado porque a la mínima te sacarán el corazón. Roban, violan, asaltan casas. Gente violenta.". Sí. Podía ser. Pero aquél hombre moribundo y sin conciencia estaba debatiéndose entre la vida y la muerte. Puede que el destino hubiera obligado a esa persona a lanzarse a robar... pero, ¿y si al despertar le robaría? ¿Qué debía hacer?

El corazón se encerró en un puño. Los segundos transcurrían como horas. Había que tomar una decisión rápidamente. ¿Contradecir a las enseñanzas de toda una vida, o cortar con esa moralidad? Según había leído alguna vez, la mente humana es un cúmulo de experiencias. Cogió aire. Cargó con el cuerpo del hombre hasta la aldea, donde le atendería el médico.

El progreso

Post inspirado en: ¿Dejarías el control de tu vida a una máquina?, por DagaMuten.
"" "" "":
Sí, señor, por Kaala.

Allí estaban dos personas, en la terraza de un café céntrico, degustando su consumición bajo un caluroso día de julio por la tarde. El tema principal de su conversación era el de las máquinas y su evolución a lo largo de la etapa contemporánea.


- Llegará el día, amigo, en que nos dominarán- comentó el primero.

- No digas sandeces- contestó el segundo, a modo burlón-. Las máquinas no tienen la capacidad que tenemos nosotros. No tienen sentimientos. Sin ellos, no hay ambición.

- ¿Ves cómo van evolucionando? Si hay conseguido sacar las primeras que puedan interactuar un poco con nosotros... dentro de unos tantos años, llegarán a estar regidos por los sentimientos- mostraba el primero un aire de preocupación.

- Por muy perfecta que sea la máquina, por muy inteligente o potente que sea su procesador, no podrá igualarse a los seres biológicos. Cables y metal no sienten nada, aunque tengan vida.

- De acuerdo, de acuerdo. Pero tendrán capacidad para juzgar sus actos y los nuestros.

- Eso nos ayudará, sin duda. Procesarán datos con gran velocidad, nos ofrecerán todas las variantes que haya, si es que existiese alguna. Piensa en los médicos o los jueces.

- Pero también pienso en los políticos, en los militares. G, me parece muy bien que las máquinas nos ayuden en labores humanitarias, a las profesiones que necesitan salvar vidas. Pero estoy preocupado en los demás aspectos de la sociedad. Recuerda. Si ha habido dioses, éstos nos han creado a su semejanza y nosotros nos hemos desvinculado de ellos. Y de qué manera. Sólo te digo. Si no permití que un dios me gobernara, no consentiré tampoco que una máquina lo haga.

- Veremos a ver lo que acontece en las siguientes décadas, amigo mío- sonrió G-. Sólo te pido que no seas tan alarmista y tan dramático. Nunca llegaríamos a otorgarles poder, eso lo sabes de sobra. El ser humano es demasiado egoísta para ceder sus prerrogativas.

- Es el aumento de las capacidades de la máquina lo que me preocupa, entiéndelo. Vuelvo a decirte: procesarán datos, sabrán todo lo referente a cada uno de nosotros, todo lo de la sociedad.

- ¿Eso no lo hacen ya políticos corruptos, dictadores, papas de Roma, empresarios y altos cargos militares?- comentó en tono burón- Ya sea por un humano, o por una máquina, los de abajo siempre estaremos puteados- el amigo iba a increparle algo-. No, no digas nada. La impotencia es la misma.

dissabte, 23 de gener del 2010

Lo fundamental es tenerla

Tener imaginación, poder para crear sueños e infinidad de ideas.

¿Por qué necesitamos tenerla? Para poder expresarnos con mayor facilidad, las ideas se convierten en escenas cuando se representan en papel, en lienzo o en música. Con este bello don, se puede dar forma a lo que deseemos dentro de la mente. Júntese con un poco de lógica o agilidad mental y tendremos éxito asegurado.

¿Cómo alimentarla? Hay mil y una maneras de hacerlo, todas ellas personales. Viendo todo lo que me rodea, inspeccionando un poco el ambiente, concentrándome en los colores y olores... eso es lo que hago, de vez en cuando.

dimecres, 20 de gener del 2010

Ida a la editorial

4 a.m. Todo estaba muy sereno, en la calle. Ni un alma camina por el frío cemento. Puntos de colores esparcidos por los lejanos edificios. Estaba observando ese paisaje nocturno. Daba cabezadas de tanto en tanto, notaba el cansancio en sus párpados. Al final cayó rendido.

Cayó un copo de nieve. Se posó delante del muchacho. Muchos de sus compañeros blancos siguieron al pionero. Con el paso de las horas, todo se volvió albino.

9:17 a.m. Despertó. Le costó incorporarse a la realidad. ¿Todo estaba blanco? No podía ser.

9.25 a.m. Reaccionó. ¡Había nevado! Y cuajado también

10:02 a.m. Salió a la calle, dispuesto a dirigirse a la editorial. La blanca alfombra era un impedimento a la hora de caminar. Suerte que siempre iba a pie a su puesto.

10.13 a.m. Entró en el pequeño hall de la editorial. Como de costumbre, todo estaba en constante movimiento. La secretaria le saludó afablemente. El muchacho preguntó por el jefe, algo emocionado.

10.47 a.m. Se reunió al fin con el jefe. Entregó el proyecto. Le pidieron que esperara un par de días para ver si decidían o no publicarle los poemas.

Estaba nervioso. Le gustaría que se lo publicasen. Lo había intentado varias veces, sin éxito alguno. Miró el reloj. 11.09 a.m. Todavía le quedaban un par de horas antes de irse a trabajar. Suspiró.

divendres, 15 de gener del 2010

¿Por qué lees?

Querida hermana:

Siempre, desde pequeña, te he visto leer. A todas horas. Nunca te has despojado de alguno, aunque estuvieras comiendo, aunque fueras a dormir... sólo cuando estabas bajo el agua de la ducha no tenías hojas escritas en tus manos.

Estoy orgulloso de que siempre hayas amado la literatura por encima de otras muchas cosas. Gracias al hábito de la lectura, has desarrollado, con el paso del tiempo, una bonita costumbre, para mí: el escribir.

Con estas palabras, recuerdo que alguna vez hemos competido entre nosotros para ver quién escribía mejor. Siempre me has ganado, a nuestros padres siempre les ha gustado tus textos. Pero eso nunca me ha desanimado. Gracias a ti, mejoro. Más de una vez se me ha ocurrido que podríamos escribir un libro juntos. Sólo necesitaríamos tiempo y un argumento convincente.

Bueno, el motivo de esta carta era simplemente, aparte de recordar viejos momentos, para preguntarte algo: ¿por qué lees? ¿Cómo es que te gusta tanto?

dimecres, 13 de gener del 2010

El científico verde

- ¿Qué quiere que le diga, señor?- acabó la interrogación con un suspiro.

- Por favor, acépteme la publicación. Es verdad lo que estas líneas dicen. He estado un año y medio investigando con un reducido grupo, y hemos comprobado que la raza humana desaparecerá del planeta en cinco años si continuamos a este ritmo.

- ¿Cree usted que conseguirá persuadir a todo el mundo? ¿Así lo cree? Realmente es más estúpido de lo que pensaba.

- ...- bajó un poco la mirada.

- Ahora póngase delante de millones de personas y exponga lo que tenga que exponer. Otros hicieron lo mismo, llegaron a las mismas conclusiones que usted y sus ratas de laboratorio. ¿Pero qué ha pasado? Les tomaron por científicos locos, puros especuladores. Como aquellos que echan las cartas. Simples habladurías de esa gente que sabe de tecnología.

- Usted sólo piensa para hoy, no para el mañana.

- ¿Cómo?- preguntó sorprendido el político. Para eso contrataba a economistas.

- Veo que no me comprende- esbozó una sonrisa medio maliciosa, intentándose burlar del pobre empresario. Sin embargo, titubeó un poco. Estaba comenzando a desesperarse porque veía que sus teorías no estaban siendo aceptadas-. Sólo piensa en cómo se podrá llenar los bolsillos hoy. ¿Y mañana? Cuando no haya mundo gracias a su colaboración, cuando no haya gente que venda ni compre, ¿dónde estará su negocio? Dígame cuántos coches podrá vender a una sociedad en extinción. Claro que, sabiendo cómo son los de su sangre, los que tengan el control del agua, del aire y del alimento, serán los verdaderos dueños y señores- el político hizo el amago de reprocharle algo, pero en seguida el científico le cortó-. No deseo mal a nadie. Pero me gustaría ver cómo reaccionaría al ver a un montón de humanos arrastrándose por la calle, pidiendo a gritos agua. O bien cómo a su hijo se le muere su mejor amigo por hambre, por sed, por malas condiciones en la atmosfera mientras la familia de usted vive bien. Todos ustedes son iguales. ¡Iguales!

El científico se retiró, frustrado. Cerró de un portazo.

dimarts, 12 de gener del 2010

Utopía y los artistas

Adoro a los pintores, a los músicos y a los escritores. Mediante pinceles, instrumentos y bolígrafos canalizan un mundo de utopía, llamado Imaginación. Cada cual sueña con el suyo, y entre todos construyen grano de arena por grano de arena y lentamente ese mundo.

Interesante cómo siente cada uno el llover tras la ventana de su casa. Qué es lo que nota dentro de sí cuando ve las hojas caer en un día de otoño. O bien cuando algo le turba el corazón, para bien o para mal.

- Buenos días, caballero, ¿podría tocar una melodía para nosotros?- preguntó el escritor.

- ¡Claro! ¿Por qué no?- aceptó el músico.

- Y yo mientras podría dibujarles, ¿les parece?- sonrió la pintora.

El escritor dijo en palabras escritas cómo cantaba el instrumento del músico y de qué color eran los ojos de la pintora. El músico tocaba para crear ambiente. Y la pintora retrataba a sus compañeros.

Paisaje nocturno: Ciudad de mar




Dulce noche. A pesar de ser invierno. Todo oscuro en alta mar y en el alma de la montaña, pero en medio las luces de colores lo iluminaban todo. O gran parte del entramado urbano. Merecía ser observada la Luna desde una posición alta, pero podía disfrutarse de su belleza desde cualquier otro sitio.

Las barcas de pescadores dormían junto a los demás barcos en el puerto. Colón señalaba siempre al horizonte, sin cansarse. Tras de él, las Ramblas buscaban el camino más recto hacia la montaña. El silencio se hizo el amo de Barcelona entonces. Al menos, en las partes más antiguas, donde ninguna alma pisaba la acera. A excepción de aquél gato. Y de aquella cosa que es empujada por el viento. Y de aquella sospechosa figura que camina con algo afilado entre las manos, probablemente manchada de sangre.

Barcelona es una caja llena de sorpresas. No todo es bello, ni todo es horrible. Aquí el Azar disfruta de su libertad al máximo. En la mitad del día, colores. En la otra, tan sólo unos pocos.

dilluns, 11 de gener del 2010

Este olor a mar

El viajero pisó de nuevo la ciudad de la que se había enamorado tiempo atrás. Ahora, abrazada por el frío olía de otra manera. Pero seguía gustándole el verde de sus jardines, el azul de sus aguas y de su cielo, las formas de los edificios. En cierta manera, le recordaba a su lugar de origen, por esto estaba de lo más cómodo paseando por los boulevares de Palma de Mallorca.

El ambiente se había perfumado con cierto olor a nostalgia, melancolía. Los colores grises que habían aparecido súbitamente ayudaban a crear un ambiente dulcemente triste. Caminaba por el centro, recordando a viejas caras conocidas que quería volver a ver. Y, como un niño, en aquél momento. ¡Gloriosa aquella hora, si se cruzaran las miradas!

"Tiqué, Tiqué, oh Tiqué. ¿Qué pasaría si me dieses buena suerte y me la encontrase cara a cara? Le desearía Fortuna y Gloria, que es lo que quiero que sobre todo reciba. Hermes, amigo de los viajeros y caminantes, estoy en tierras que poco a poco van siéndome familiares, pero aún así... ¡os necesito!" Iba diciéndose a sí mismo, en forma de pequeña plegaria.

Se dispuso a buscar un sitio donde comer. Siempre había creído que los milagros son un pequeño tanto por ciento beneficioso que la Naturaleza ofrece. En aquel momento, ya fuese porque madre Naturaleza así lo quiso, ya fuese por acto divino (¿Tiqué, Hermes?) o pura coincidencia, ambos se encontraron cara a cara. Sin esperarlo. Un encuentro esporádico, pero tan alegre o más que si lo hubieran planeado.

- Tengo que invitarte a algo, ahora o cuando quieras- se le propuso a la amiga.

- Me temo que...- dijo, sonriendo, la chica.

- Mientras me quede sangre en el cuerpo, no dejaré de ser un caballero- la cortó súbitamente, devolviéndole la sonrisa y cogiéndola del brazo.

dilluns, 4 de gener del 2010

El emigrante





- ¿Dónde vas?

-A un lugar más próspero que este.

- ¿Lo llevas todo?

- Todo lo que puedo cargar.

- ¿Seguro que lo llevas todo?

- Sí.

- Entonces, buena suerte. Recuérdame de vez en cuando. Y escribe a la familia. Por favor.

- No dudes en que lo haré. Siempre os llevo en el corazón.



Y el emigrante se marchó. Aquél hombre tuvo que marchar hacia un destino incierto, ¿por culpa de qué? Mala gente gobernando en su país, sembrando siempre la desgracia en casas ajenas. Un país devastado por el hambre y la guerra, por las luchas internas y externas. Un pueblo que cada día vive en la miseria.

El emigrante sabía que fuera cual fuera su destino, sería mal visto, aunque se integrase por completo en la sociedad que lo acogiese. Cosa extraña, la de esos foráneos. Si no te integras, eres un radical que ama sus raíces por encima de todo. Si lo haces, te siguen mirando mal por el color de la piel.

¡Claro que miraba al pasado! Y se acordaba de su gente, y mantenía sus creencias. Pero hay que adaptarse al medio. Tener consciencia del presente y del futuro. Sólo esperaba poder ayudarse a sí mismo y a los suyos.

diumenge, 3 de gener del 2010

Reflexión en literatura

Había corrido las cortinas para que la luz solar no entrase por los ventanales. Había cerrado la puerta del todo para que la sala estuviera totalmente en silencio. Se acercó al espejo, el cual estaba tapado por una sábana gris algo vieja. La quitó con un movimiento rápido. Vio que tenía polvo. Limpió el cristal hasta verse nítidamente.

Allí estaba. Frente a frente, sin nadie alrededor. El silencio nunca le había hecho tantos estragos en su alma como en aquél momento. De repente, su corazón le pedía respuestas a todas las preguntas que se había formulado tiempo atrás. No supo encontrar la mayoría.

A veces, damos pasos en falso mientras aprendemos a caminar y a correr. Caemos y no sabemos qué hemos hecho mal. Hace falta que alguien nos recuerde qué ha pasado. Creemos que somos perfectos, pensamos que todo lo que hacemos es bueno. No tomamos consciencia que tras una palabra, o varias, podemos hacer lo que en verdad nunca quisimos hacer. O nuestros gestos hacen el trabajo de las palabras. A veces, los únicos traidores somos nosotros.